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miércoles, 24 de octubre de 2012

El New York Times también clama contra la austeridad.



Las nuevas  políticas económicas no pueden estar diseñadas por los mismos que llevaron la economía mundial hacia unas burbujas que, vistas en perspectiva  no tienen sentido ni para ellos mismos. Ayer el NYT en su editorial se adhería a la nueva corriente anti-austeridad. Bienvenidos. Es tan urgente el cambio de dirección, el quitar el timón de las manos de "los funcionarios alemanes  pro-austeridad y  los políticos republicanos enloquecidos por el déficit" (aquí habría que añadir a los ignorantes que se apuntan al sol que más calienta) que, a continuación,  me atrevo a traducir el texto: 


La trampa de la austeridad
(Editorial publicado en NYT el 23 de Octubre del 2012)


En el debate presidencial del lunes por la noche, Mitt Romney repitió las palabras de otros políticos republicanos, diciendo que bajo las políticas económicas del presidente Obama, Estados Unidos está "caminando en dirección a Grecia." Mr. Romney estaba invocando Grecia al parecer para dejar claro que los recortes presupuestarios profundos y rápidos son necesarios en los Estados Unidos para evitar una crisis de deuda.
Ese comentario extraño, por desgracia, no es de extrañar en una campaña que se ha distanciado de la realidad. El presupuesto del presidente, según los resultados de la Oficina de Presupuesto del Congreso, estabilizaría la tasa de la deuda federal en la economía en cerca de 10 años.

Lo que es más preocupante es que el comentario muestra una voluntaria ignorancia sobre las lecciones de Grecia, y esta ignorancia sólo puede llevar a malas decisiones políticas en el país. La lección que se debe aprender de Grecia es que su desorden fiscal se ha hecho mucho peor por los severos recortes presupuestarios.

Nuevos datos de la Unión Europea, publicados el lunes y analizados en The Times por Landon Thomas Jr. y David Jolly, muestran que los países que más han reducido, sin piedad, sus presupuestos - Grecia, sobre todo - han visto como aumenta la carga de su deuda total como porcentaje de la economía.
Los datos apoyan objetivamente lo que ha sido evidente para casi todo el mundo excepto para los funcionarios alemanes de pro-austeridad y por los políticos republicanos enloquecidos por el déficit. Es decir, profundos recortes en el presupuesto del gobierno en un momento de debilidad económica son contraproducentes, y complican, si no arruinan, las posibilidades de crecimiento económico.

Las nuevas estadísticas europeas también encajan con un análisis reciente realizado por economistas del Fondo Monetario Internacional. Ellos encontraron que los recortes presupuestarios son mucho más perjudiciales para las economías que se recuperan de la recesión de lo que se creía anteriormente. La razón es que con las tasas de interés cercanas a cero, no hay lugar para bajarlas cuando la política fiscal tiene poco margen, y por lo tanto no hay manera de compensar el dolor de los recortes presupuestarios.


Si los gobiernos siguen de todos modos adelante con los profundos recortes de gastos, el resultado sólo puede ser más debilidad económica sin la esperanza de mejorar el presupuesto. Ese ha sido el caso de Grecia y otros países de Europa, como Irlanda, Portugal, España y Gran Bretaña. Si las políticas republicanas de recortar los programas de gobierno mientras los impuestos se recortan excesivamente se llevan a cabo aquí, los Estados Unidos podrían experimentar un efecto similar.
En conjunto, la experiencia griega y la investigación reciente de Europa, muestran que, para los Estados Unidos, un "gran acuerdo" sobre el déficit debe incluir dos partes principales: el gasto en el corto plazo para impulsar la recuperación, junto con el aumento de los impuestos y recortes en el gasto para reducir el déficit cuando la economía recupere su salud.

Obama está en mejor posición que el Sr. Romney para cumplir con esta agenda. Obama podría hacer su plan de trabajo, presentado el pasado mes de septiembre, pero bloqueada por los republicanos del Congreso y que forma parte del paquete de presupuesto que se negociará después de las elecciones, cuando los políticos puedan ponerse de acuerdo sobre los aumentos de impuestos y recortes de gastos para evitar el llamado precipicio fiscal.

A la agenda del Sr. Romney le falta un enfoque directo en el empleo, en cambio, confía insensatamente en los recortes a los impuestos de gama alta y en la desregulación para ayudar a la recuperación. Y él y su partido continuarán insistiendo en la urgente reducción del déficit que, en una economía frágil, es el camino real hacia Grecia.

Artículo original: http://www.nytimes.com/2012/10/24/opinion/the-austerity-trap.html?_r=0
Ilustración de: http://krugman.blogs.nytimes.com/2012/04/08/unemployment-and-inflation/

sábado, 29 de septiembre de 2012

Paul Krugman, 27-09-2012: La necedad de la austeridad en Europa


Claro que me apetece escribir sobre Project Management. Pero hay que reconocer que no tiene demasiado sentido en un momento en el que nadie depende de si mismo. Todas las personas que conozco trabajan lo mejor que pueden, cada día, para llevar adelante el trabajo que se les encomienda. Pero eso no garantiza el éxito. Las decisiones gubernamentales, administrativas y/o financieras pueden dar al traste con el trabajo bien hecho.    Hoy sábado me he tomado un tiempo para traducir otra vez a Paul Krugman. A pesar de tanto fariseo que comulga con ruedas de molino en su ansia por ser molinero:   ... 'la verdad es la verdad, dígala Agamenón o su porquero'.

A continuación mi traducción del blog de Paul Krugman en NYT 27/09/2012: http://www.nytimes.com/2012/09/28/opinion/krugman-europes-austerity-madness.html?src=ISMR_AP_LO_MST_FB


Basta ya de autocomplacencia. Pocos días atrás, la creencia popular era que Europa finalmente tenía las cosas bajo control. El Banco Central Europeo, con la promesa de comprar bonos de los gobiernos en problemas si era necesario, había calmado a los mercados. Todo lo que las naciones deudoras tenían que hacer, decían, era aceptar más austeridad y más profunda - la condición para los préstamos de los bancos centrales - y todo estaría bien. Pero los abastecedores de la sabiduría convencional olvidaron que la gente estaba involucrada. De repente, España y Grecia están siendo sacudidas por huelgas y enormes manifestaciones. El público en estos países está, de verdad, diciendo que ha llegado a su límite: Con el desempleo en los niveles de la Gran Depresión y con antiguos trabajadores de clase media reducidos  a revolver en la basura en busca de comida, la austeridad ya ha ido demasiado lejos. Y esto significa que puede no haber un acuerdo después de todo.

Muchos comentarios sugieren que los ciudadanos de España y Grecia están sólo retrasando lo inevitable, protestando en contra de los sacrificios que, de hecho, deben hacerse. Pero la verdad es que los manifestantes tienen razón. Más austeridad no sirve a ningún propósito útil, los jugadores verdaderamente irracionales aquí son los supuestamente serios políticos y funcionarios que exigen cada vez más dolor.

Considerando los problemas de España. ¿Cuál es el problema económico real? Básicamente, España está sufriendo la resaca de una enorme burbuja inmobiliaria, que causó a la vez un auge económico y un período de inflación que convirtió a la industria española en no-competitiva con el resto de Europa. Cuando la burbuja estalló, España se quedó con el difícil problema de la recuperación de la competitividad, un proceso doloroso que necesitará años. A menos que España salga del euro - un paso que nadie quiere tomar – está condenada a años de alta tasa de  desempleo.

Pero este sufrimiento inevitable posiblemente se está amplificando por los fuertes recortes en el gasto, y estos recortes de gastos son un ejemplo de cómo causar dolor por el placer de causarlo.

En primer lugar, España no se metió en problemas porque su gobierno fuera derrochador. Por el contrario, en vísperas de la crisis, España tenía un superávit presupuestario y una deuda realmente baja. Los grandes déficits surgieron cuando la economía se derrumbó, llevándose los ingresos con ella, pero aun así, España no parece tener toda esta alta carga de la deuda. Es cierto que España está teniendo problemas con los préstamos para financiar su déficit. Ese problema es, sin embargo, debido principalmente a los temores sobre las dificultades generales de la nación – en parte por el miedo a la agitación política producida por el alto desempleo. Y recortar en unos pocos puntos el déficit presupuestario no va a resolver esos temores. De hecho, investigaciones del Fondo Monetario Internacional sugieren que los recortes de gastos en las economías profundamente deprimidas pueden realmente reducir la confianza de los inversores debido a que aceleran el ritmo del declive económico.

En otras palabras, la aspectos económicos reales de la situación sugieren que España no necesita más austeridad. No es momento para fiestas, y, de hecho, es probable que no tenga otra alternativa (sin mencionar la salida del euro) que un prolongado período de tiempos difíciles. Pero los recortes salvajes a los servicios públicos esenciales, a las ayudas a los necesitados y todo lo demás, en realidad lastiman las perspectivas de éxito del país con sus medidas de ajuste.

¿Por qué, entonces, se les exige aún más dolor?


Parte de la explicación es que en Europa, como en América, demasiada ‘Gente Muy Seria’ han ingresado en  el culto a la austeridad, en la creencia de que los déficit presupuestarios, y no el desempleo masivo, son el actual y evidente peligro, y que la reducción del déficit va a resolver, de alguna manera, un problema causado por los excesos del sector privado.

Más allá de eso, una parte importante de la opinión pública en el corazón de Europa - sobre todo, en Alemania - está profundamente comprometida con una visión falsa de la situación. Hable con los funcionarios alemanes y ellos retratan la crisis del euro como una cuestión moral, la historia de los países que vivieron por todo lo alto y que ahora se enfrentan al inevitable juicio final. No les importa el hecho de que esto no es en absoluto lo que pasó – ni el hecho igualmente inconveniente de que los bancos alemanes jugaron un gran papel en el proceso de inflar la burbuja de la vivienda en España. El pecado y sus consecuencias son su historia, y están pegados a ella.

Peor aún, esto es también lo que muchos votantes alemanes creen, en gran parte porque es lo que los políticos les han dicho. Y el miedo a la reacción de los votantes que creen, erróneamente, que están pagando las consecuencias de la irresponsabilidad del sur de Europa deja a los políticos alemanes muy poco dispuestos a aprobar los esenciales préstamos de emergencia, a España y a otros países con problemas, a menos que, en primer lugar, los prestatarios sean castigados.

Por supuesto, esa no es la manera en que se explican todos estos requisitos. Pero eso es a lo que realmente se reducen. Y ya hace tiempo que debe ponerse fin a esta absurda crueldad.

Si Alemania quiere realmente salvar el euro, hay que dejar que el Banco Central Europeo haga lo que sea necesario para rescatar a los países deudores - y esto debe hacerse sin exigir más dolor inútil.

El gráfico que acompaña lo he encontrado en esta página: 


miércoles, 11 de julio de 2012

Paul Krugman 11-Julio-2012: Dolor sin sentido en España


Hoy, al tiempo que en España se anuncian medidas económicas cuya dureza recae principalmente  sobre las clases trabajadoras , Paul Krugman publica una entrada en su blog: http://krugman.blogs.nytimes.com/2012/07/11/pointless-pain-in-spain/  que a continuación traduzco.

No es divertido ser Primer Ministro de un país deudor sin  moneda propia. A diferencia de los EE.UU. o el Reino Unido, España no tiene opciones simples.
Dicho esto, la nuevas medidas de austeridad que acaba de anunciar no tienen sentido en absoluto.
Según las últimas noticias, Rajoy ha anunciado aumentos de impuestos y recortes de gastos por un  importe total de 65 mil millones de euros lo que claramente va a profundizar la depresión de España. Entonces, ¿para que servirá esto?
Piense que  España enfrenta un problema de tres niveles. El nivel superior es el problema de los bancos, dejemos eso de lado por ahora. Debajo de eso está el problema de la deuda soberana. Pero, sin embargo, lo que hace tan grave el problema de la deuda  es el problema subyacente de la competitividad: España necesita aumentar las exportaciones para compensar los empleos perdidos cuando estalló su burbuja inmobiliaria. Y se enfrenta a años de una economía muy deprimida hasta que hayan bajado lo suficiente en relación con el resto de Europa como para lograr el aumento necesario en la competitividad.
Entonces, ¿como van a contribuir las nuevas medidas de austeridad a solucionar estos problemas?
Pues bien, el déficit de España será más pequeño. No 63 mil millones de Euros más pequeño, ya que con la mayor depresión de la economía de España se reducirán los ingresos; digamos que serán 40 o 45 mil millones menos de deuda, lo que representa alrededor de un 4 por ciento del PIB español. ¿Alguien piensa que esto logrará una gran diferencia en las perspectivas fiscales a largo plazo, o que restablecerá la confianza de los inversores?
¿Y, qué pasa con la competitividad? Seamos francos y brutales: la estrategia europea busca básicamente lograr una deflación relativa en os países deudores  mediante una alta tasa de desempleo. Piense en ello en términos de una curva de Phillips:



Imagen extraida de  NYT. 
Wage change: Cambios salariales
Unemployment : Desempleo


He dibujado la curva muy plana para altas tasas de desempleo - que es lo que toda la evidencia sugiere. Esta crisis ya nos ha dado pruebas contundentes de que la rigidez a la baja del salario nominal es ciertamente la  causa principal del crecimiento del desempleo.
Ahora piense en lo que está haciendo España: básicamente, se mueve de A a B - impulsandose hacia una tasa de desempleo aún mayor. Esto, posiblemente, dará lugar a una ligera aceleración de la mejora de la competitividad de España. Tal vez. Pero no va a ser significativo.
Así, Rajoy  impone la austeridad severa que, además,  aumentará el desempleo, mientras que no consigue abrir ninguna brecha significativa en ninguno de los problemas, ya sean  fiscales o  de competitividad. Y todo esto, ¿que sentido tiene?, y ¿por qué?.

lunes, 16 de abril de 2012

"PROJECT MANAGER ECONOMICUS".



Sin economía los Project Managers iniciamos pocos proyectos. Y digo sin economía, porque la economía es la ciencia de la gestión del gasto y, sin recursos para gastar, poca gestión cabe. Vamos a hablar de Economía, por algún tiempo, y ya veremos que se nos ocurre.
Ahí va mi traducción del último artículo "Insane in Spain" del Blog de  Paul Krugman, él tampoco tiene la receta pero es lo suficientemente cáustico y quijotesco como para atacar a los molinos armado solo con la  lanza de su inteligencia. Pienso que la Economía del siglo XXI será utópica o no será..

New York Times, 15 de abril 2012, 24:02
Ver el artículo original:http://krugman.blogs.nytimes.com/2012/04/15/insane-in-spain/?src=tp
La locura en España
La demencia vuelve a la escena económica. (Y la próxima semana será aún peor y mas salvaje) 
Por Paul Krugman.


Por lo tanto, la crisis del euro es de nuevo el gran  riesgo. Y esta vez el riesgo está centrado en España, aunque esto en cierto modo es una buena noticia, porque ahora se manifiesta claramente la locura que subyace en el  diagnóstico ortodoxo de la crisis, de inspiración alemana. Porque, en realidad, el problema no es de  irresponsabilidad fiscal. Sólo como recordatorio, en vísperas de la crisis,  España  parecía  ser un compendio de virtudes fiscales. 
Lo que sucedió en España fue  una burbuja inmobiliaria - impulsada, en gran medida, por los préstamos de los bancos alemanes, y que estalló, hundiendo a  la economía  con ella. Ahora el país cuenta con un 23,6 por ciento de desempleo, un 50,5 por ciento entre los jóvenes.

Y la respuesta  política parece que va a consistir en incrementar la  austeridad,  con el Banco Central Europeo, como de costumbre, obsesionado con la inflación y con sus funcionarios  manifestándose extremadamente orgullosos de la increíblemente estúpida subida de intereses del año pasado

Estoy empezando a pensar que nos estamos dirigiendo hacia  un derrumbamiento de todo el sistema.