Las nuevas políticas económicas no pueden estar diseñadas por los mismos que llevaron la economía mundial hacia unas burbujas que, vistas en perspectiva no tienen sentido ni para ellos mismos. Ayer el NYT en su editorial se adhería a la nueva corriente anti-austeridad. Bienvenidos. Es tan urgente el cambio de dirección, el quitar el timón de las manos de "los funcionarios alemanes pro-austeridad y los políticos republicanos enloquecidos por el déficit" (aquí habría que añadir a los ignorantes que se apuntan al sol que más calienta) que, a continuación, me atrevo a traducir el texto:
La trampa de la austeridad
(Editorial publicado en NYT el 23 de Octubre del 2012)
En el debate presidencial del lunes por la noche, Mitt
Romney repitió las palabras de otros políticos republicanos, diciendo que bajo
las políticas económicas del presidente Obama, Estados Unidos está "caminando
en dirección a Grecia." Mr. Romney estaba invocando Grecia al parecer para
dejar claro que los recortes presupuestarios profundos y rápidos son necesarios
en los Estados Unidos para evitar una crisis de deuda.
Ese comentario extraño, por desgracia, no es de extrañar en una
campaña que se ha distanciado de la realidad. El presupuesto del presidente, según
los resultados de la Oficina de
Presupuesto del Congreso, estabilizaría la tasa de la deuda federal en la
economía en cerca de 10 años.
Lo que es más preocupante es que el comentario muestra una voluntaria
ignorancia sobre las lecciones de Grecia, y esta ignorancia sólo puede llevar a
malas decisiones políticas en el país. La lección que se debe aprender de
Grecia es que su desorden fiscal se ha hecho mucho peor por los severos recortes
presupuestarios.
Nuevos datos de la Unión Europea, publicados el lunes y
analizados en The Times por Landon Thomas Jr. y David Jolly, muestran que los
países que más han reducido, sin piedad, sus presupuestos - Grecia, sobre todo
- han visto como aumenta la carga de su deuda total como porcentaje de la
economía.
Los datos apoyan objetivamente lo que ha sido evidente para
casi todo el mundo excepto para los funcionarios alemanes de pro-austeridad y por
los políticos republicanos enloquecidos por el déficit. Es decir, profundos
recortes en el presupuesto del gobierno en un momento de debilidad económica
son contraproducentes, y complican, si no arruinan, las posibilidades de
crecimiento económico.
Las nuevas estadísticas europeas también encajan con un
análisis reciente realizado por economistas del Fondo Monetario Internacional. Ellos
encontraron que los recortes presupuestarios son mucho más perjudiciales para
las economías que se recuperan de la recesión de lo que se creía anteriormente.
La razón es que con las tasas de interés cercanas a cero, no hay lugar para
bajarlas cuando la política fiscal tiene poco margen, y por lo tanto no hay
manera de compensar el dolor de los recortes presupuestarios.
Si los gobiernos siguen de todos modos adelante con los profundos
recortes de gastos, el resultado sólo puede ser más debilidad económica sin la
esperanza de mejorar el presupuesto. Ese ha sido el caso de Grecia y otros
países de Europa, como Irlanda, Portugal, España y Gran Bretaña. Si las
políticas republicanas de recortar los programas de gobierno mientras los
impuestos se recortan excesivamente se llevan a cabo aquí, los Estados Unidos
podrían experimentar un efecto similar.
En conjunto, la experiencia griega y la investigación
reciente de Europa, muestran que, para los Estados Unidos, un "gran
acuerdo" sobre el déficit debe incluir dos partes principales: el gasto en
el corto plazo para impulsar la recuperación, junto con el aumento de los
impuestos y recortes en el gasto para reducir el déficit cuando la economía
recupere su salud.
Obama está en mejor posición que el Sr. Romney para cumplir
con esta agenda. Obama podría hacer su plan de trabajo, presentado el pasado
mes de septiembre, pero bloqueada por los republicanos del Congreso y que forma
parte del paquete de presupuesto que se negociará después de las elecciones,
cuando los políticos puedan ponerse de acuerdo sobre los aumentos de impuestos
y recortes de gastos para evitar el llamado precipicio fiscal.
A la agenda del Sr. Romney le falta un enfoque
directo en el empleo, en cambio, confía insensatamente en los recortes a los impuestos
de gama alta y en la desregulación para ayudar a la recuperación. Y él y su
partido continuarán insistiendo en la urgente reducción del déficit que, en una
economía frágil, es el camino real hacia Grecia.
Artículo original: http://www.nytimes.com/2012/10/24/opinion/the-austerity-trap.html?_r=0
Ilustración de: http://krugman.blogs.nytimes.com/2012/04/08/unemployment-and-inflation/